Quizá lo más conocido de Potes sea lo que fui mostrando en la primera entrada sobre este pueblo: el puente, la vista del rÃo desde el mismo puente, la calle de los restaurantes… sin embargo, y como todo pueblo rústico, basta que te pongas a callejear un rato para encontrarte rincones interesantes a nivel fotográfico. En este caso hay de todo, empezamos por calles con esa unión de casas por lo alto (de alguna forma habÃa que llamarle…).
Seguimos y aparece una puerta del año de la nana con su crucecita pintada de colorado en la parte superior, supongo que para espantar a los vampiros que vienen al pueblo a comerse un cocido lebaniego.
Bajamos un poquito hasta un paseo estrechito que bordea el rÃo y tenemos vistas del puente con el agua pasando por debajo. En época de lluvias y deshielo este paseo estaba prácticamente inundado.
Desde el mismo punto giramos ciento ochenta grados y tenemos una vista del puente principal de Potes, por el que la carretera nacional cruza el rÃo, con la Torre del Infantado a mano derecha.
Si es lo que yo digo, nada como caminar y caminar para ir conociendo un pueblo. Si te limitas a pasar con el coche o dar una vuelta por los sitios tÃpicos te estás perdiendo todo ese montón de cosas que no se ven a primera vista.
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