En una de las playas de Isla y muy cerca de la «Urbanización El Volcán» hay una punta rocosa a la que se accede a través de un puentecillo decorado con motivos piscÃcolas, un montón de pececitos variados sobre un fondo azul simulando el mar.
En esa punta rocosa se pueden ver los restos de lo que parece ser una cetárea, con su caseta y su represa para criar unos bichos tan feos como apetecibles.
La piscina-criadero, vacÃa y con aspecto de estar abandonada.
Otra vista desde la esquina contraria. Abandonada sÃ, pero algún bicho parece que queda en el fondo de la piscina.
Fijaros… un bicho con ruedas, manillar, sillÃn y pedales. Este es duro como las centollas pero tarda mucho más en cocer y no queda ni la mitad de sabroso por mucha sal que le eches.