De safari fotográfico

Este siempre ha sido un mundo de ricos y pobres. Cuando se es rico, puedes permitirte ir hasta Botswana e hincharte a pegarle tiros a unos elefantes que pasaban por allá (y no miro para nadie). Probablemente, por si acaso la puntería no es la adecuada, estuviera detrás un destacamento de las Fuerzas Armadas Botswanesas con una Browning M2 como mínimo, que a mala leche pocos le ganarán a un elefante y a veces es mejor prevenir que generar un desastre diplomático.

Cuando se es pobre, uno tiene que conformarse con dispararle fotos con el móvil a unos cangrejos que huyen por el espigón al verme llegar. Como apoyo sólo tengo dos perritos detrás mía más interesados en revolcarse en la arena que en cualquier actividad que pueda desarrollar yo, salvo darles de comer.

¿Y qué pintaba yo retratando cangrejos, os preguntaréis (lo sé, es una pregunta retórica para disimular que no le interesa a nadie)? Hace una semana en mi playa de siempre me acerqué al espigón con marea baja y en principio no se notaba nada anormal. Pero fue poner un pie en una roca y de pronto cienes y cienes de cangrejos se empezaron a mover para esconderse. ¡Coño! Pero una cantidad exagerada, que en algunas piedras había tres o cuatro asoleándose antes de mi aparición. Me retiré, fui unos metros más adelante repetí faena y obtuve los mismos resultados. Entonces empezó el juego del acecho, asomo por otro lado, camino despacito, me quedo parado, espero que aparezcan, retrato uno medio escondido bajo las piedras…

Espero un minutito y según va asomando otro le saco foto para la posteridad, espero a tener uno a mano, juego a cogerlo (uno pequeñito, que en su día cogí uno de tres dedos de ancho y del mordisco que me pegó con una pinza hasta me hizo sangre en un dedo) y dejarlo correr por mi brazo arriba y abajo, lo vuelvo a soltar, vamos, que me lo pasé como un enano a cuenta de los bichos éstos que, bien pensado, por la forma hasta deben ser crías de nécoras.

Sé lo que estáis pensando. Que soy mas simple que el mecanismo de un sonajero y me entretengo con cualquier cosa. Para qué lo vamos a negar, si a uno lo parieron así, a estas alturas de la vida así se queda…