De paso por Torrelavega vi un pabellón dedicado a Vicente Trueba. Como uno es asà de lerdo, lo primero que me vino a la cabeza fue «anda, mira, el de las pelÃculas». Vicente, Fernando, ¿qué más da? En mi cabeza la misma cosa es…
Con posterioridad me paso por La Cavada, recorro el pueblo paseando tranquilamente y encuentro una estatua ciclÃstica garabatosa, si es que asà se le puede llamar porque es lo más parecido a una bici hecha con un garabato.
Por los lados se distingue bien, por delante y detrás tan sólo se ve una colección de hierros. Vamos a ver qué es esto, que si pusieron una placa delante será por algo.
Mmmmm… dedicado a Vicente Trueba, la pulga de la montaña. Coño, a ver si además de el de las pelÃculas hay otro Trueba más. Busco un poquito y efectivamente, Vicente Trueba fue un ciclista nacido en Cantabria que ganó el primer premio de la montaña en el Tour de Francia y parece que lo suyo eran las subidas, con el mérito añadido de ser pequeñito y correr en una época que las bicis pesaban un quintal.
Al lado de la obra artÃstico-ciclÃstica anterior está situada una fuente con otra placa.
Fuente que también está dedicada al mismo homenajeado: Vicente Trueba, rey de la montaña del Tour de Francia. No me fijé si la cabina de telefonos un metro más a la derecha tenÃa tambien su placa conmemorativa y su dedicatoria correspondiente, serÃa un detallazo que Telefónica se acordara y honrara también a tan gran deportista. Aunque sabiendo como son, seguro que el coste de la placa y el homenaje lo multiplicaban por tres y nos lo añadÃan en el recibo mensual, que estos no dan puntada sin hilo.