Tantos dÃas de lluvia, tantos dÃas de fresco, tantos dÃas que apetece pasarse por la ChocolaterÃa Aliva a dar cuenta de un chocolate bien espesito con sus churros recién hechos. Puro vicio, qué le vamos a hacer, mejor no pesarse hasta que llegue el verano con su abundancia de ensaladitas y bajada de tonelaje subsiguiente no vaya a ser que entre esto y los cocidos montañeses, la báscula me pegue el susto de mi vida.