Nos habÃamos acercado hasta el Molino de mareas de Jado para dar una vuelta por la zona y cuando desandábamos el camino para reincorporarnos a la carretera que lleva a Santoña echo una ojeada a un carnero que pastaba tranquilamente y ostras… a ese bicho le sobran cuernos o es que me echaron droja en el colacao y veo doble…
Pues no, nada raro en el colacao, efectivamente el bicho tenÃa un par de cuernos oficiales y otro de recambio. Buscando imágenes en Google parece que no es algo del todo extraño, aunque he de reconocer que es el primero que veÃa y que bien asombrado me quedé. La parienta tampoco habÃa visto ninguno en su vida, algo más comprensible porque no suele frecuentar compañÃas tan exentas de glamour pero si la dejo cinco minutos es capaz de ir a junto del bicho y repelarlo para hacerse un abriguito.
3 comentarios Escribir un comentario