Paseando por una esquina de Laredo nos fuimos a encontrar con la entrada de un túnel. Como a mi esas cosas me gustan lo suyo, allá nos vamos para dentro.
Perfectamente acondicionado, éste es el aspecto del interior. Agradecimientos mil al estabilizador del objetivo que me evita la foto movida.
Tremendo portón a la salida, un pasito más y ya estamos.
Y esto era lo que habÃa al final, un mirador desde el que ver tranquilamente el mar y un cabo justo enfrente del que no me sé el nombre pero puede ser Punta Sonabia.
Curiosamente, sobre el portón anterior habÃa una figurita de la virgen acristalada y bien protegida. El mar estaba tranquilito y daba con ganas en la pared del mirador, no me quiero ni imaginar la que podÃa montar un dÃa de temporal.