El vino decorado

Hace tiempo las etiquetas de las botellas de vino eran regias, sobrias, formales, probablemente pensadas para infundir la idea que beber vino era algo señorial. Por lo menos el que viene en botella de verdad, en el vino de tetra brik se apreciaba una disminución tanto en la calidad del arte ilustrador como en la calidad del líquido interior.

De un tiempo hacia esta parte, se ve que la etiqueta ha pasado a ser un elemento de marketing más con el que intentar convencer al comprador o distinguir la botella porque hay cosas más que curiosas. Véanlo ustedes mismos: cuadros, comics…

Coches destripados, grabados…

Monos, monitos, monos…

E incluso ilustraciones hechas por algún autor de comics que ahora no recuerdo, pero me suena haber visto en alguna revista. «Spanish guerrilla», nombre curioso, algo me explicaron en su momento que era por ser una empresa de la Rioja (tierra eminentemente de tintos) que había experimentado con uvas de varios tipos diferentes, incluidos el Riesling alemán que está de vicio, y estos son los resultados. Si queréis más información pasaros por la web de Valles de Sadacia, descargaros el dossier y léeis la historia completa.