TenÃa ganas de visitar el ayuntamiento de Meruelo por una curiosidad que habÃa leÃdo. El mismo dÃa que fui a ver los bufones del Cabo de Ajo aproveché la vuelta para pasarme por allÃ. Aluciné a colores. Para lo relativamente pequeño que es el pueblo, el ayuntamiento es una barbaridad de grande y espectacular.
Vean ustedes todos… diseño moderno, piedra a punta pala, mis queridas placas de hierro oxidado, jardines, estanques…
Más jardines colgantes, rampa de acceso con letras en hierro, menudo lujo a tutiplén.
Aunque algunos detallitos daban a entender que no estaba aquello acabado. Conste que no sé si será asÃ, pero la sensación era que se habÃa acabado el presupuesto y los apliques de jardÃn quedaron sin poner. A ver si la próxima vez ya están en su sitio.
Y esto era lo que habÃa ido a ver. Cuando buscaba información sobre el Palacio Marqués de Velasco habÃa leÃdo que le habÃan dedicado una estatua en Meruelo a este marino. La curiosidad siempre me puede asà que allà estaba yo.
Con una mano en la espada, la otra tapándose la herida y el pantalón de una talla menos marcando paquete, asà luce la figura homenajeadora.
Bajo ella, una placa indicativa del motivo y la descripción de quien es el personaje porque si preguntamos por «Luis Vicente de Velasco» seguro que el 99,99% del personal encuestado no sabe quien fue (como un servidor hasta hace un par de meses). Hala, ya pasé por allÃ, ya me quité la curiosidad. Una menos en la lista de tareas pendientes.