Todas las veces que me pasé por Santoña vi el Fuerte de San MartÃn pero me quedé con las ganas de entrar porque estaba cerrado. Para quien no lo conozca, es esa fortificación de la derecha.
La última vez que pasé por allà estuve a las puertas y me fijé en un cartelote justo a la entrada. Mira tú, construido en la época de Isabel II hace ni más ni menos que en 1863… anda, ¡si se cumple este año el 150 aniversario!
¿Habrán hecho algo para celebrarlo? Justo tras la verja de entrada habÃa una garita de colores que parece la garita del barbero más que la del vigÃa. Esto, a pesar de los colorines, muy de aniversario no parece y esa portezuela da la impresión de ser para que no escape el caballo…
Dentro, en el patio del fuerte, luce una cosa extraña que no pega ni con escupe de gato. Asà a bote pronto recuerda el morro de un avión embutido en una esquina. Dios guarde el buen gusto del que lo diseñó, porque visto desde fuera casi produce más espanto que admiración. Sólo el invento éste me hacen entrar ganas de pasarme por Santoña a ver cómo han finalizado el asunto, si ha quedado tan horroroso como aparece en la imagen o han rizado el rizo y conseguido hacerlo aún más horrible.
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