Encrucijada

Este es el nombre de otro de esos despropósitos que se dan de cuando en cuando. Circulando por la autovía A-8 a la altura de Cabezón de la Sal hay un llamativo monumento de cristal con fotos de gente colgando. Siempre que lo veíamos al pasar pensábamos si serían fotos de víctimas del terrorismo o algo así, pero no podíamos parar porque la entrada a la vía de servicio que hay en la parte de detrás del monumento está cerrada con unos pivotes de color verde.

Hace unos días se me ocurrió buscar en internet qué era aquello y el Bloog de Piélagos dio cumplida respuesta a mis dudas. Se trata de un monumento llamado «Encrucijada», creado por el cántabro Daniel Gutiérrez Adán y diseñado «como un símbolo de encuentro, unión e intercambio, partiendo de la idea del papel que las infraestructuras han tenido en la historia como nexo entre culturas y personas de distinta raza y condición». Hasta ahí pase, pero cuando te enteras que se inauguró en 2002 y desde entonces aún no han acabado la vía de servicio para poder parar y verlo es que se te caen los huevos al suelo. Alucinante.

Para eso aquí estoy yo, que no he parado a lo bruto en la vía de servicio sino que me depositó junto a la torre el helicóptero del anuncio de Tulipán, cámara en mano listo a dar cumplida información sobre el estado actual del monumento. En la foto anterior se puede ver el aspecto general de la obra. Por la parte de atrás hay una pequeña portilla a ras de suelo que estaba abierta y así puede ver el interior. El suelo es de hierro oxidado, que no sé si ya lo era o se ha ido oxidando en estos diez años.

En el centro había una especie de depósito de agua verdosa en la que me abstuve de meter ni un dedo, nunca se sabe donde puede haber un almacén de pirañas o un alien dispuesto a zamparse aquel que ose perturbar su sueño. Lo mismo que se saca una foto hacia abajo, se saca otra hacia arriba que por la forma y disposición de los elementos ya sabía que iba a quedar bastante maja.

Fijaros también en los anillos rodeando la torre. Ay, cómo «canta» ese «OBLIGÁDOS» con acento en la «A». Quizá por eso, por ser malo, dios me castigó y al sacar la cabeza después de ver el interior le mandé un cabezazo al anillo inferior que aún me duelen las neuronas… pero qué doloroso es ser ruin y malvado, madre mía.