En el centro de Santander hay una tienda llamada «Golf» que según pude ver las veces que he pasado por delante tiene buena ropa de marcas muy conocidas. Hasta hace poco el escaparate lucÃa con una sobriedad y una seriedad rayando con el aburrimiento. Sin embargo, no sé si es que han cambiado de escaparatista o le ha dado un arranque creativo al que ya tenÃan, porque se han ido al extremo contrario, rompedores e imposible la indiferencia. Primero fue el de las máscaras de gas, al pasar por delante imposible no fijarse en ellas.
Unos abrigos estilo segunda guerra mundial, fotografÃas antiguas con motivos de la época, máscarás antigás y el personal parándose a mirar por lo llamativo del asunto.
De ahà fue coger carrerilla para dejar el escaparate de las máscaras muy atrás a nivel de espectáculo. Paso por delante y… ¡coño! ¡Uno sentado en el trono!
Véase más de cerca. WC, cisterna, maniquà dedicado a «sus labores» mientras se culturiza leyendo un diario.
No falta detalle, oiga, ni el papel higiénico de color negro o el orinal a su lado.
Y detrás un cuadro de un tal Ordoñez, a la misma faena que el maniquà pero en vez de diario sostiene un billete de quinientos euros mientras pinta un cuadro de unos chorizos. El tÃtulo «Asà estamos» puede dar a entender muchas cosas, que asà está ahora, que asà estamos sin euros por culpa de los chorizos, sabe dios.
Lo dicho, un aplauso al escaparatista porque todo el mundo se paraba a ver y comentar la faena. Veremos con qué nos sorprenden la próxima vez.