Otra de mis aficiones declaradas cuando salgo cámara en ristre es la de retratar faros, algo bastante agradecido porque suelen estar en parajes bonitos, llamativos y entre cielo y mar, a poco que acompañe la luz suelen salir cosas bastante majas. Cantabria tiene nueve faros de los cuales me faltan por fotografiar dos y medio. Si, digo bien, dos y medio, dos porque para llegar a ellos es necesario una notable caminata y medio porque lo tengo, pero no desde el ángulo que yo quiero. Una vez los tenga todos haré una entradita mostrándolos en plan recopilación.
Hoy toca ver el Faro de La Cerda, llamado asà no porque la mujer encargada de la limpieza descuidara en demasÃa sus quehaceres o porque la farera fuese la primera perteneciente a la especie porcina que hubiera aprobado las oposiciones, sino porque está situado en una esquina de la penÃnsula de La Magdalena, concretamente donde se encontraba la baterÃa de Santa Cruz de la Cerda como bien indica la Wikipedia que para eso está.
Como faro es curioso. Bajito, hay más casa que faro y si no te fijas casi no lo distingues.
A poca distancia se encuentra también el de la Isla de Mouro, aquà se pueden ver los dos en una misma toma y comprobamos que el de Mouro sà que tiene pinta de faro como dios manda. Además es más fotogénico porque cuando hay oleaje las olas saltan por encima y al farito de La Cerda ni se acercan.