Hace unos dÃas apareció un domingo con tiempo medio revuelto no apto para playa asà que nos subimos al coche y tira millas hacia el sur para ir abriendo boca de los paseos que nos daremos en cuanto llegue el otoño. Fuimos a una zona de Palencia limÃtrofe con Cantabria y fue el viaje del «casi, casi» que ya os explicaré otro dÃa. Entre las cosas que me dejaron asombrado una de ellas es la cantidad de girasoles que hay por allÃ. Campos y más campos, y más y más campos llenos de unas flores que otra cosa no sé, pero fotogénicas, alegres y coloridas son un rato.
Hasta donde alcanzo a comprender un girasol es una flor grandota sobre un tallo bastante potente. Un tallo, una flor. Pero no. Esta vez pude comprobar que hay tallos con cabeza múltiple. Pero no una ni dos, de éste creo que salÃan ocho cabezas o más.
Aquà lo tenéis un poco más ampliado. ¿Será una raza especial creada por los de Pipas Facundo para maximizar la producción? Pues se deben estar haciendo de oro, porque la última vez que vi el precio de una bolsa de pipas en el supermercado me quedé asustadÃsimo al comprobar que andaba por los dos euros veinte. Trescientas sesenta y seis pelas una bolsa de pipas de aquellas que yo recordaba a cien pesetas. Madre mÃa, si parezco el abuelo Cebolleta…