Ya os váis imaginando qué os voy a contar hoy, ¿verdad? En el Paseo de Pereda habÃan puesto unos andamios de obra para reformar una fachada más o menos por donde está la tienda náutica de Godofredo.
Y oye, ya que la protección colorada del andamio dejaba un ligero hueco… ¿qué mejor que usarla de papelera? Por si fuera poco se ve que no han sido ni uno, ni dos ni tres los que han tenido la misma idea. Será porque en el Paseo de Pereda no haya papeleras para tirar cosas, pero no, están mejor aquà además nos queda más a mano. Como dirÃa Forges, señor, señor, qué paÃs…
Pero no es ese el único caso, no. Los del Llaollao ponen unas mesas para que la gente se tome los yogures helados cómodamente. Una vez finiquitados, ¿qué se hace con la cuchara? ¿Dejarla en la mesa? ¿Tirarla a la papelera? No, que va.
La pared tiene una repisa que ni pintada para el tema, mejor dejarla haciendo equilibrios a ver si pasa ese del blog con la cámara, la retrata y le da esos quince minutos de gloria que se merece la cuchara. Y sÃ, pasé. Y sÃ, la retraté. Y sÃ, espero que se haga famosa.
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