Vamos a seguir echando una ojeada a los alrededores de Sargentes de la Lora, con su campo petrolÃfero y sus máquinas para extraer el petróleo del subsuelo. Desde donde habÃa sacado las fotos de la última entrada se distingue una tuberÃa que va desde los depósitos hasta algo que hay allá, a lo lejos.
Ese algo es la base del campo petrolÃfero, una explanada con acumulación de máquinas, naves, garajes y un depósito gigante. Esto es un páramo de verdad y trabajar aquà en pleno invierno debe ser algo para contarlo por su dureza.
En las cercanÃas de la base de la foto anterior se puede ver un pozo con el tÃpico «caballito» abajo a la izquierda pero también una torre de la de toda la vida. Yo seguÃa alucinando porque nunca antes habÃa visto algo asÃ.
Al ladito una caravana con el bidón de CS apoyado y aspecto de tener más años que carracuca.
Eché una ojeadita al pozo y además de ese inconfundible olor a productos petrolÃferos se veÃa chapapote por todos lados. Fijaros cómo se quedan las rejillas y los tubos en contacto con esos pegotes pegajosos.
¿Y los depósitos? Ñam, ñam, qué rica sopita…
Moviéndome con mil ojos para no tocar nada, porque apoyas una manga en esta pasta y no lo quitas ni con un cóctel de Fairy, Kalia, KH7 y nitroglicerina. Eso si consigues despegarte, claro, que igual este depósito es a los visitantes como las Droseras a las moscas y una vez te quedas pegado ya no consigues escapar jamás.
Hala, visto el campo petrolÃfero nos vamos a echar una ojeada al pueblo. Según recorres sus calles te vas dando cuenta que la aparición del petróleo despertarÃa muchas esperanzas, generarÃa ideas de riqueza para la zona pero ver que era poco rentable por su poca pureza fue deshinchando las expectativas iniciales hasta volver a convertir el pueblo en poco más que unas casas en medio de la nada. Hasta la gasolinera ha cerrado, aquà está con el bar al lado.
Queda la estructura, pero han desaparecido los surtidores mientras el tiempo va dejándose notar en techo y paredes de la oficina.
El municipio contaba con poco más de 1150 habitantes allá por el año 1860. Desde ahà ha ido bajando en un lento pero contÃnuo declive hasta los 132 habitantes del año 2013. No es difÃcil imaginarse cuál es el triste destino que aguarda a pueblos como este y otros similares, más aún si no hay petróleo…