Hace ya dos años y medio que nos vinimos a Cantabria y perdà de vista Portugal. Tras tantas y tantas visitas tenÃa todo el norte del paÃs vecino bastante trillado, acostumbraba a pasarme por Viana, por Oporto y si me descuido pasaba más tiempo de ocio al sur del Miño que al norte. Asà era hasta que pusieron peajes hasta en las autovÃas. Desde entonces se acabaron las visitas, las comilonas dominicales y las excursiones a sus centros comerciales.
Coincidió en el tiempo nuestro aterrizaje aquà con el rescate de Portugal, la subida radical de impuestos y el empeoramiento subsiguiente de las condiciones de vida para sus habitantes. El otro dÃa me acordé de ellos por esta pintada con un juego de palabras que vi en Gijón. Menudo cambio dio la vida para muchos portugueses. De ir tirando a pasarlas canutas. Esperemos no llegar nunca hasta esos extremos, aunque por muchos brotes verdes que nos vendan desde los medios hasta que crezca la industria y haya empleo (la base de que todo esto funcione) yo seguirÃa sin fiarme ni un pelo.