Aunque estemos en medio de un veranillo con temperaturas de veinticinco grados al mediodÃa, aunque parezca que fue ayer cuando uno se pegaba esos paseos por Somo mientras los barcos cruzaban la bahÃa y parecÃa cómo si se pudieran tocar sólo con estirar la mano…
…hay que darse cuenta que estamos ya en octubre. Es otoño. Se acabó el Mundial de Vela. Dentro de nada cambiará el tiempo y empiezan esos ocho meses en que no hay nada en Santander más que viento, lluvia y fresquete, con tan poca gente por la calle que hasta consigues aparcar a la primera en el mismÃsimo Paseo de Pereda. Vayámonos preparando mentalmente y ánimo, que ocho meses pasan pronto.