Hala, venga, vamos otra vez a darnos un salto a Burdeos, esa ciudad que tanto me ha llenado el ojo. Durante la segunda guerra mundial allà hubo una base de submarinos alemanes y a dÃa de hoy aún se puede ver esa instalación (aquà desde Google Maps).
Es algo curioso porque Burdeos está en el interior, y para llegar desde el mar tenÃan que recorrer casi cien kilómetros por el rÃo Garona. La base de submarinos quedaba separada del rÃo gracias a dos canales con dos esclusas cada uno. Cuando fuimos una estaba en reparación, con andamios y escaleras en el exterior.
Otra de las compuertas no estaba en reparación pero deberÃan, porque me parece que no cerraba muy herméticamente.
Esta probablemente sea la vista más conocida de la base, las puertas por donde entraban los submarinos. Empezaron a construirla en 1941, finalizaron en junio de 1943 y dentro podÃan meter once submarinos a la vez, en ocho diques normales y tres diques secos. Mide casi doscientos cincuenta metros de ancho.
Estas son las entradas desde más cerca. Fijaros qué cantidad de hormigón iba en el techo, de casi seis metros de grosor en varias capas para evitar los bombardeos.
Aquà se ven mejor las capas del techo, las entradas a los diques y las pedazo puertas metálicas enormes.
Se van notando los efectos del paso del tiempo y la falta de mantenimiento. En algunas partes se ha ido cayendo el hormigón y si lo vemos desde arriba vÃa Google Maps, el techo está un poco carcomido.
A dÃa de hoy, de los 42.000 metros cuadrados de la base hay 12.000 dedicados a exposiciones culturales, espectáculos y otras actividades. El dÃa que fui no habÃa nada de nada, asà que estaba cerrado y me tuve que contentar con echarle una ojeada por fuera. Esta es una de las entradas.
Puerta normal y corriente, me imagino que en la guerra serÃa otra distinta más robusta. Eso sÃ, fijaros el ancho de las paredes porque impresiona.
Por suerte la puerta tenÃa varias aberturas asà que puede sacar unas fotos del interior. Tras la ocupación alemana creo fue usada por el ejército francés.
Dentro se ve un montón de trastos viejos tirados de cualquier manera. Si llega a ser aquà ya habrÃan hecho hace tiempo un «centro de interpretación» que tanto se llevan últimamente. Se ve que en Francia no les va tanto esa moda y prefieren gastar la pasta en otras cosas.
Pues esto es lo que hay, a ver si la próxima visita a Burdeos encuentro la base abierta y puedo echarle una ojeada al interior, cosa que no me desagradarÃa en absoluto. Seguiremos informando del tema cuando haya novedades.