A la vuelta de Madrid hicimos un pequeño desvÃo y paramos en Segovia, uno de esos destinos que llevo años queriendo pasar pero por unas o por otras siempre me lo perdÃa. Hicimos un recorrido breve, plaza Mayor con la catedral a un lado, callejeamos un rato, vista del acueducto desde arriba, vista del acueducto desde un lado y finalmente búsqueda de un mirador en las afueras donde aprovechar la preciosa luz del sol poniente. Lo encontramos, uno lleno de cruces, y mereció la pena porque las vistas eran espectaculares tanto de la ciudad como del acueducto o de la catedral en todo lo alto.
Visto lo visto, aquà tengo que volver un fin de semana porque hay mucho que ver y mucho más que fotografiar.