Cájatelorito, que hoy vamos en plan multimedia con vÃdeos-a-tutiplén. Veinticuatro de diciembre. Se supone que tendrÃa que hacer frÃo porque estamos en invierno, pero sólo se supone porque hay viento sur y las temperaturas se han ido a unos increÃbles veintitrés grados (ayer) o veinte (hoy). Sea como sea se está de vicio y si aquà la gente va a la playa hasta con frio polar, no van a estar dándole a las palas en la playa del Camello un dÃa como hoy.
Como hubiera sido pecado quedarse en casa aprovechamos para dar una vuelta a la penÃnsula de la Magdalena y conocer al bebé foca nacido hace menos de un mes. Estaba en su piscinita y fÃjaros con qué mezcla de alegrÃa y tranquilidad nada, le da igual el mundo, la crisis, las hipotecas subprime y todo lo demás. Con tal de poder nadar y que lo alimenten, viva la vida.
Pero no todo es paz y tranquilidad los dÃas de sur. La bahÃa, habitualmente con el agua tranquila y llanita como un plato, se subleva y fijaros cómo se pone. Ideal para cruzarla en una de las barcas que van a Pedreña, garantizado que echais hasta la primera papilla materna.
Cualquier dÃa el tiempo se revirará y volveremos a los dos graditos mañaneros, pero mira, hasta entonces que nos quiten lo bailao.
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