Allá por Semana Santa tiene lugar en Castro Urdiales la representación la pasión de Jesucristo, con escenas que se van desarrollando en varios lugares de la ciudad. Este año era el trigésimo aniversario. Pensé ir a verlo, pero cuando me dijeron que empezaba a las diez de la mañana y que acudÃa tanta gente que habÃa que aparcar en el quinto pino y todo eso, ufff… con lo poquito que soy de aglomeraciones se me quitaron las ganas de golpe.
Creo que pasé por Castro el fin de semana anterior a la representación. En uno de los salientes que dan al mar se veÃa una plataforma.
Si recortamos y lo ampliamos un poco más (perdón por la calidad) se ve mejor la plataforma y la parejita asoleándose, que con dÃas como el que hacÃa era lo más apetecible.
De recorrido por calles, callejas, vericuetos y rincones acabamos pasando justamente por ese lugar y asà la pude retratar más cerquita. Esta plataforma es uno de los escenarios para lo de la Pasión Viviente. Pero… ¿qué es eso que se ve en el suelo?
La leche… sangre, mucha sangre. ¡Ay madre, qué esto se lo toman muy en serio!
Viendo cómo se quedan estas piedras y los repeluses que me da la pérdida de sangre propia, no sé como cuánto será de bueno para la salud ser protagonista del espectáculo. Vale que se hace de forma realista, pero espero que sea pintura o sangre simulada por el bien del actor principal. A ver si al final lo crucifican de verdad y él aún no se ha enterado…