Volvemos a un tema tan interesante como trascendente: las estatuas de pescaderas que pueblan la geografÃa cántabra. Hoy toca la pescadera manca que hay cerca de la playa de Brazomar, en Castro Urdiales, rodeada por una simpática valla con sus pescaditos alrededor.
Se supone que una pescadera deberÃa llevar una patena de pescadera en la cabeza y el brazo de pescadera agarrándola, más o menos como la estatua que hay en la salida del túnel de Tetuán en Santander. O sea, ésta:
Podemos comprobar la notable diferencia entre la una y la otra: ni patena, ni pescaditos, ni brazo. ¿Habrá sido por los recortes del gobierno?
No sé si ha sido cosa de los recortes, de la fatiga de materiales, de vandalismo o incluso si la estatua es una innovación que se plantea a la pescadera con una no-patena en forma de espacio negativo que canaliza la energÃa de modo que los pescados se ven atraidos irresistiblemente por la madre del cordero que parió las explicaciones artÃsticas. El caso es que no está y asà la estatua queda coja. Bueno, manca, que no es lo mismo.
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