Que ya está aquÃ, ya llegó, mañana es la noche de Halloween y esta vez le voy a hacer tanto caso como en años anteriores, es decir, entre escaso y nulo interés despierta en mi la invasión de calabazas por todos lados o los niños repitiendo como loros eso de «truco o trato».
No, niño no, no es «truco o trato», hoy es «o te piras o te ato a una farola». De no ser porque las pastelerÃas se hacen eco del asunto, el resto del asunto me darÃa igual.
Fijaros qué imaginación derrochan a la hora de hacer lambonadas relacionadas con el tema. Entras en la pastelerÃa. ¿Me da un ataúd, por favor? Si claro, ¿qué lo prefiere, con oreja o con dedo?
Mucho más susto me dan otros dÃas que vas caminando por la ciudad tranquilamente y al doblar una esquina aparece algo asà como una excursión de la banda de música del KuKluxKlan, a ver si se ha puesto de moda también como lo de Halloween y vamos a empezar a ver cruces ardiendo en los parques de la ciudad. Tranquilo pueblo porque no eran tal cosa, consultando la wikipedia veo que los del KKK llevan el capirote puntiagudo y éstos lo tenÃan caÃdo asà que deducimos su más que probable pertenencia a una cofradÃa santanderina en ruta hacia la iglesia que se ve algo más arriba.