Hoy toca hacer una recopilación de cosas curiosas que vi en el viaje a Lanzarote. Por ejemplo los candaditos, que allà también hay un montón. En el paseo marÃtimo de Puerto del Carmen se pueden ver un montón de cadenas llenitas de candados. Para que os hagáis a la idea, unos veinte tramos como este que se ve en la foto.
Se ve que aquà la gente viene más preparada porque los pone ¡incluso con sus fotos!
Justo enfrente hay un bazar chino donde vas, te compras un candado de tu color favorito por dos euros y te prestan un rotulador gordo para que le pintes lo que quieras. Lo sé porque la parienta se empeñó en poner un candadito y hubo que cumplir como un campeón con selfie incluido (que nunca saldrá en el blog todo sea dicho…).
Segunda foto: lo más kitsch que pude ver, un platano recortado con forma de delfin para poner en el borde de una copa. Por si fuera poco las traÃan con una antorcha de esas que hacen chispas. Más hortera imposible. Esto era en el chiringo donde el primer dÃa vimos tocar un grupo musical que lo hacÃa bastante bien asà que volvimos varias veces.
Lo más curioso que me comÃ: queso frito con mermelada de cactus. Pero qué bueno estaba el jodÃo… habrá cosas más extrañas, pero el resto de dÃas casi siempre optamos por los pescaditos, que a mi me encantan y están de un bueno que ni os cuento. Eso sÃ, tienen unos nombres más raros que la leche: vieja, cherne, gueldes, bocinegro, etc.
El vino más rico que probamos: el Flor de Chasna rosado tinerfeño. Dulce, fresco, bajaba que da gusto y milagro, no se subÃa a la cabeza. Pocos vinos bebimos, eso sÃ. Allà con el calorcito que hace entraba mucho mejor la cerveza, cerveza y más cerveza.
Y por último la increÃble planta-cerebrito, uno de los cáctus que se podÃan ver en el JardÃn de Cactus creado por César Manrique en 1991. Si es que lo ves y lo primero que te viene a la cabeza es un cerebro.
Estas son unas cuántas de todas las curiosidades que vi, poco a poco irán saliendo más…