Tanto mencionar a los Raqueros en una y otra entrada, cuando al final me doy cuenta que nunca le he dedicado una entrada propia a la estatua o conjunto de estatuas más famosa de Santander. Hala, pues no se diga más, ahà van cuatro fotos explicativas y cumplimos el trámite. Primera, posición de las estatuas: en pleno Paseo de Pereda santanderino, justo al lado del Club Náutico, edificio que si hubiera construido yo no tendrÃa esa entrada sino un puente levadizo porque el entorno es a lo que más se presta.
Un acercamiento a las estatuas, uno de pie, dos sentados y otro tirándose al agua para recoger las monedas que la gente les echaba. Fijaros qué sobada y reluciente está la espalda del niño de la izquierda, que es al que le echa mano todo el mundo para sacarse la tÃpica foto.
Vista desde el otro lado, placa conmemorativa, Paseo de Pereda y milagro verlo tan despoblado porque normalmente está de bote en bote.
Y aquÃ, como os decÃa, el niño que está de pie con su espalda resobada. Milagro que sigan enteritos, intactos y limpitos, viendo las cosas que veÃa que le hacÃan a las estatuas en Galicia: pintarles los labios, pintar la estatua entera varias veces (la de Valle Inclán en Pontevedra) o incluso llevarse un violinista.
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