Lo bueno de hacer kilómetros, querer verlo todo y además documentarlo fotográficamente en plan japonés-con-cámara es que ante una duda, ruego o pregunta, poco me cuesta sacar el material gráfico con el que satisfacer la curiosidad de los lectores. Véase un ejemplo, Dan comentaba algo sobre una placa en lo alto del mirador de Covalruyo, en Lunada. Ese mirador ya salió en esta entrada y efectivamente, no mencioné la placa pero simplemente porque voy generando tanto material fotográfico que no doy abasto a mostrarlo todo. Que no la mencionara no quiere decir que no la retratara, porque habiendo pasado por allà raro serÃa que no lo hubiera hecho. Hela aquÃ…
Se trata de una placa con poesÃa de Gerardo Diego, el de la estatua de anteayer, dedicada a Francisco CubrÃa que es otro escritor cántabro de la misma época.
Para quien no quiera dejarse los ojos intentando leer la placa, la poesÃa dice asÃ:
más arriba de San Roque,
brincando de lastra en lastra
burlando alisas y robles?
De peñas te descolgaste
desgarrándote en jirones,
sin torrente los tobillos
en las quiebras de las hoces.
Altos cantares de nieblas
aprendiste de pastores
y, según bajas riendo
vas volando corazones.
Mozo, te festeja Liérganes
con arco de puente noble
y tu pecho ya se ensancha
para reflejar honores.
Quién te vio allá, rÃo Miera
y te ve manso de roces
dilatándote en toneles
y cubas de sombra y bosque.
Antes de agrietar los labios
con la sal del Puntal norte.
RÃo Miera, quien te viera
y te ve, no te conoce.
En brazos de la marea.
Una vez luz y otra noche.
Dos veces al dÃa mueres,
de azul belleza salobre.