Mirador del Naranco

En una de esas excursiones que empiezas en Cantabria pero según avanzas de pronto ves que estás en Asturias pero al rato vuelves a estar en Cantabria y poco después ya no sabes ni donde estás, aparecí cerca de Poncebos que es uno de los extremos de la ruta del río Cares, esa que en verano parece una romería dominguera. Vi un cartel que señalaba hacia Camarmeña y algo ponía sobre el mirador del Naranco, allá me fui a ver qué era aquello. Y era un mirador, claro, qué coño iba a ser con ese nombre, desde el que se veía allá al fondo el Pico Urriellu o Naranco de Bulnes con su inconfundible cumbre casi horizontal. El mirador en si está situado unos doscientos metros a la derecha de este punto, pero andaba buscando algo que meter en primer plano para «llenar» la foto y esta vista con esos tejados antiguos justo delante me pareció mucho más bonita.

Investigando, encontré que la cortada que se ve en el centro de la foto es la Canal del Tejo, conocida por ser el camino natural de subida al pueblo de Bulnes, el único de Asturias sin comunicación rodada. Para darle un acceso mejor a los vecinos se construyó el Funicular de Bulnes, al que se accede desde aquí, a unos metros del desvío hacia Camarmeña.

Los huevos se me cayeron al suelo del susto cuando vi las tarifas. Si eres residente en Bulnes, cero euros. Si eres turista, también conocido como gallina que desplumar, ida y vuelta 21,10 euros, más de 3.500 pelas porque sabemos que los turistas atan los perros con longanizas y eso no puede ser. Si vas con tu pareja, siete mil pelas por dos viajes de ocho minutos. No hijo, no, a mi en esta no me pillan. Cualquier día me cojo al perro y si sobrevivimos a la subida de Tresviso, nos metemos por la Canal del Tejo y en un par de horitas allá nos plantamos a la hora de comer, ambos más contentos que un cuco y seguro que con la tarjeta de memoria llena de fotos preciosas.