En el paseo que rodea la penÃnsula de la Magdalena podemos encontrarnos esta «bella estampa», por decir algo. Pedazo mamotreto de monumento que por su forma en principio pensé que era una evocación del cadalso, con su compuerta y su trampilla por la que dejar caer al afortunado que no tendrá que pagar a Hacienda nunca más. Sin embargo un acercamiento cuidadoso (por si muerde) al monumento me permitió saber que es un monumento a los periodistas y la que yo llamo trampilla, es la «Puerta de la Libertad de Expresión»… como decÃa Macario, aaaaaaahhhhhh (con acento en la última hache)…
Sin embargo no es el monumento lo que más destaca, es que por aquà también pasó el afamado PlanE de las aceras, pistas de paddle, piscinas que luego no se podÃan mantener y tonterÃas varias hechas a toda prisa y corriendo para pillar cacho en la loterÃa de los millones tirados al aire. Como a toda obra del susodicho plan le tocó cargar con un cartelote gigante a su lado y éste no iba a ser menos.
Gracias a ello hemos podido saber que 208.000 euros de esos que nos sobraban a los que atábamos los perros con longanizas se usaron para reformar la cosa ésta, que luzca asà de hermosa y causar una buena impresión a los extraterrestres si acaso vinieran a visitarnos y empezaran por Santander. Otra cosa que se podrÃa haber hecho con 208.000 euros era mantener la ayuda de los 426 euros durante un año a cuarenta personas sin recursos, pero mira, si el das la pasta a la gente no hay cartelotes que en el fondo es lo que cuenta.
Al final el que más razon tiene es el que hizo la pintada en el cartel. Tal y cómo vamos parece que esto se está dividiendo entre los que manejan el cotarro por un lado y las gallinas a desplumar sea como sea por el otro.
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