En Plentzia, pasado Getxo, se ve que también gusta la buena vida porque al lado del puerto hay los tÃpicos bares con su terraza, sus tapas, sus vinos, su barandilla de piedra donde sentarse y disfrutar de los rayos del sol mientras das cuenta de unos calamares. La buena vida no tiene patria y reside acá, allá y en cualquier lado.
Ahora, que es mejor ver al frente o hacia arriba, porque como mires hacia abajo, menudo asquito da el agua. Unas barcas, alguna de ellas medio inundada, y una porquerÃa amarillenta flotando…
HabrÃa que poner un cartel, o pintar en las paredes del muelle la famosa frase «Abandone toda esperanza aquel que se bañare aquû. Uno, que es delicado de piel y cualquier cosilla me deja un sarpullido, prefiere ni imaginarse las consecuencias de una salpicadura de este agua sobre mi epidermis. Lo de la pelÃcula «Gremlins» iba a parecer un juego de niños.