HacÃa tiempo que no sacaba una nocturna, más que nada porque a base de vagancia suelo salir más con la compacta que con la réflex y porque a horas nocturnas últimamente me dedico a una cura de sueño que me está viniendo de miedo. A horas diurnas me dedico a una cura gastronómica que acaba de completar la faena.
Pues bien, volviendo de las fiestas de Santander coincidió, en plan «conjunción planetaria» que llevaba la réflex conmigo y el pueblo de El Astillero gozaba de una magnÃfica iluminación, reflejos en el agua y luna en el cielo. Paré a lo bruto, aparqué a lo bestia (cómo se suelen hacer estas cosas), no tenÃa trÃpode pero con apoyar la cámara y usar el temporizador, asunto resuelto. En plan rapidito porque la jefa se habÃa quedado en el coche y no era plan tenerla esperando media hora para encontrármela con el modo «repartir collejas» activado a la vuelta. Estas son las dos que más me llenaron el ojo:
Ambas muy parecidas, una cerrando más el encuadre que la otra. En la primera hay más reflejos, es más lineal, se ve todo menos apretado. En la segunda se distingue mejor el pueblo, me gusta más la posición de la luna y parece que llena más el cuadro de imagen. Un rato me convence más la primera, otro rato la segunda. Me voy a consultarlo con la almohada y ya veremos qué decido.