En Galicia vivÃa por la parte oeste, cerca del mar, concretamente del Océano Atlántico. Eso significaba que innumerables veces Ãbamos a una playa, a un puerto, a Finisterre y veÃamos el sol ponerse en el mar. Era algo tan habitual que no caes en que el sol se ponÃa en el mar porque estabas donde estabas. Ahora en Santander el cuento ha cambiado. Si estás en la ciudad el sol se pone… por la ciudad, justo detrás de esa grúa. No es lo mismo pero toca irse acostumbrando porque no queda otro remedio. Habrá que irse a Liencres o a Soto de la Marina, que quedan más al norte y dan a mar abierto para ver si allà el sol se pone en el mar.