Otro más para la lista de calendarios vivientes: el del Campo de San Francisco en pleno centro de Oviedo. Hace ya unos mesecitos que pasamos por allÃ, algo que queda claro sólo con ver la foto.
Alguno como el de La Coruña tenÃa las cifras del dÃa hechas a base de una lÃnea de plantitas, de modo que sustituir números era fácil, pero con este la cosa se complica al estar hechos de césped sobre suelo de gravilla blanca.
¿Qué pasa aquà cada dÃa a las doce de la noche? ¿Viene el del ayuntamiento con un número hecho a base de hierba, quita uno, pone otro y recoloca la gravilla? ¿Recolocan la hierba del segundo número como si fuera un tangram? ¿Es una subcontrata de los enanitos del bosque quien hace el trabajo?