Desgraciadamente, es hacia donde nos dirigimos en casi todos los ámbitos de la vida, pagar hasta por mirar. Monumentos, catedrales, museos, dentro de poco llegarán los pagos en las autovÃas, habrá playas privadas que sólo podrás pisar aflojando la cartera y un largo etcétera. Vean ustedes un ejemplo. Donde antes se podÃa pasar a echar una ojeda y sacarse una foto con la estatua de GaudÃ, ahora hay esto.
Cinco euritos por echarle una miradita al edificio y a los jardines. A su lado está el Palacio de Sobrellano, que habiendo mucho más que ver cobra sólo tres euros. A veces le comento a la parienta que en este paÃs al turista no se le ve como una persona a quien cuidar, animar a que compre y consuma, sino como a una gallina que desplumar sabiendo que como igual no vuelve hay que sacarle ahora lo más posible. En fin, vamos a cambiar de tema que me entra la depre.
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