Para dos dÃas que pasamos en Gijón a principios de febrero hay que ver la cantidad de fotos que saqué. No me extraña, entre el temporal de olas que habÃa, las estatuas, las obras de arte urbano y tantas otras cosas era estar todo el dÃa con el dedo pegado al disparador de la cámara. ¿Pero qué le vas hacer, si das cuatro pasos y te encuentras cosas como estas letras relucientes que dan nombre a la ciudad?
Aunque si no hay letras da igual, yo sigo a lo mÃo. Subo un poquito y toma panorámica del puerto, con sus barquitos, sus casas coloridas y el casco viejo en el centro. Por cierto, mucho me recuerda a Coruña con ese frente marÃtimo, ese tipo de casas, esa penÃnsula en medio de la ciudad, una enorme playa urbana y el ambientillo de salir a tomar vinos (o sidras).