Algo hay que me tiene mosqueado este verano. A pesar de la tan cacareada recuperación y que ya casi podemos volver a atar los perros con longanizas, yo veo menos turistas que otros años por las calles de Santander y muchos menos en la playa de Somo. Antes llegado julio era un horror para aparcar y la zona más cercana a los aparcamientos siempre estaba invadida de toallas y sombrillas. Pues asà es cómo estaba el pasado dÃa siete a las dos de la tarde. Sol, calor, buen tiempo pero la quinta parte de gente que otros años.
Al habla con gente de tiendas de aquà nos han comentado que sÃ, que se nota bastante gente menos, a ver si a partir del dÃa quince mejora la cosa. Pues anda que si tienen que vivir el resto del año a costa de lo que deje la gente que pase por Santander de quince de julio al quince de agosto, mal vamos. Es como para empezar a desconfiar y pensar que eso que nos dicen en el telediario a lo peor no es verdad…