Parece que por fin se han decidido a abrir el Palacio de la Magdalena en serio al público, con visitas guiadas y jornadas de puertas abiertas para los santanderinos.
Por cosas de esas en las que uno se ve metido, hace unos dÃas estuve dentro del Palacio y como la cámara me acompaña prácticamente siempre, aproveché la faena para retratar un poco los interiores de la planta baja. Más que nada porque asà tengo cositas para el relleno el blog, aunque lo mÃo ya se sabe que son cartelitos, bichos y chorradas varias.
En esa planta lo que pude ver principalmente son salones. Este era pequeñito y con una exposición de trajes de los buenos, no tenÃan pinta de haber sido comprados en Stradivarius o H&M. Aunque eso sÃ, algo pasadillos de moda ya.
Otro salón blanco más, con sus muebles de época, su piano y más vestidos en exposición.
Vista izquierda del salón anterior. Esto estaba fuera del alcance de las miradas porque un cordón de esos que se usan para impedir que la gente pase no dejaba asomar lo suficiente como para verlo. Hubo que sacar la foto a base de estirar el brazo con la cámara por detrás de la esquina y disparar casi a ciegas.
A la derecha de la posición de la segunda foto, en la pared detrás del vestido blanco estaba colocado un retrato de Alfonso XIII, el rey al que le regalaron la chabolita esta.
Otro salón más, mucho mas regio, más formal con la profusión de maderita, una pedazo mesa y esas sillas. Fijaros en el retrato de arriba a la izquierda.
¿Quién es? El nieto del anterior, Campechano I de España y V de Botswana. Suerte que en el zoo de la Magdalena no hay elefantes, si no ya podÃan correr a esconderse en la Isla de Mouro. A los de Cabárceno mejor pintarlos a rayas blancas y negras y decir que son cebras…