¿Qué es un mareógrafo?

Yo pensaba que un mareógrafo era un aparato colocado cerca del mar que medía la cantidad de gente que se mareaba al pasear en barco por la ría, de ahí el nombre, mareo de marearse y grafo de medir. Pues parece ser que no, que soy un iletrado ilustrado, porque un mareógrafo es un artefacto que sirve para medir las oscilaciones del nivel del mar. Ya son ganas de complicarlo, podían haberle llamado nivelmarómetro que lo dejaba más claro pero se ve que al final optaron por liarnos y mareógrafo le quedó.

Retomando la historia, en Santander había un mareógrafo desde 1847, el mas antiguo de España. Actualmente estaba en bastante mal estado, lo han recuperado, salió la noticia en el periódico (por cierto, leerla y me contáis cuántos os creéis que el alcalde de Santander haya dicho todo eso) y allá me fui, acompañado de mis perretes, a enseñarles lo que era un mareógrafo para que no lo confundieran con un nivelmarómetro.

Entramos en la Península de la Magdalena, nos vamos hacia la derecha en dirección al Faro de la Cerda y en la parte de abajo de la casita de Protección Civil, que menuda casita y ya la quisiera para mi mismo, aparece el nivelgrafomareante.

Fijaros cómo es, una especie de casetita de piedra sin mayor relevancia. Pena que estuviera cerrada porque según dicen en el periódico hay un pozo donde alojan el aparato para grafar el nivel de las mareas y encima del pozo han puesto un cristal. Ideal para los que nos gusta pegar saltos sin marearnos.

Vale, vale, me rindo, es un mareógrafo, no hace falta ponerse así…

Después de haberlo visto por arriba, por abajo, por la izquierda, por la derecha, por el centro pero no por adentro nos despedimos del aparatómetro para continuar recorrido por el resto de la península, que una vez estás en La Magdalena no hay que desaprovechar la ocasión para caminar un rato por el bosque, por los alrededores del Palacio o incluso visitar a los pingüinos, a ver cómo les va la vida y si alguno ha conseguido trabajo en el servicio de atención al cliente de Orange.

Cuando nos marchábamos, una espectacular puesta de sol nos despedía a los cuatro, a mi, a mis dos perritos y al maremotógrafo. Era un poquito más apagada de lo que se ve aquí, pero claro, pasas la foto por el Photoshop para eliminar los defectillos de la compacta que usé y ya de paso le subes un poquito el colorido, retocas cuatro cosas, le quitas las arrugas y doce kilos de las caderas.. nada que no se vea en la portada de las revistas de moda hoy en día, así que si ellos pueden ¿porqué no voy a poder yo también?

Esta entrada ha sido patrocinada por Fuera de Toda Lógica S.L, desbarres a domicilio en cualquier lugar del mundo y parte el extranjero.