Me preguntaba a finales de noviembre donde se habÃa ido la bandera, que ya no ondeaba sobre el mástil en lo alto del edificio del Banco de Santander. Hace una semana pude comprobar que ha vuelto. Probablemente puesta a buen recaudo para protegerla de los rigores invernales, temporales, ventarrones y otros fenómenos meteorológicos que tanto han abundado este invierno que parece interminable, otra vez luce en todo lo alto. Tampoco es que me quitara el sueño, pero como buen observador siempre me pregunto aquello de «¿Qué estaba y ya no está, qué está y antes no estaba o qué hace algo diferente a lo que hacÃa?» y cualquier objeto, ser, ente o ectoplasma que dé positivo en alguna de las tres preguntas ya es buen motivo para una entrada en el blog.