Siempre dije que en Galicia no se tiraba nada, pero estoy viendo que aquà tampoco se quedan atrás. Por ejemplo la entrada a este campo en la subida a La Atalaya de Laredo. O bien el dueño tiene pasta para aburrir y se ha puesto un ascensor particular o, como es previsible, viendo una puerta de ascensor huérfana decidió darle una segunda oportunidad en esta vida y como puerta de la huerta se ha quedado. Sea como sea, otro ejemplo claro de reaprovechamiento, reciclaje y reutilización de recursos.
Las tejas en la parte superior no es que peguen mucho ni concuerden con el estilo de la puerta, pero mira, a caballo regalado no le huelas el sobaco.
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