De todos es sabido que el otoño es una época que nos chifla a los que cargamos con una cámara fotográfica, por su luz, su colorido y esos árboles que se enrojecen y amarillean. Pues este año la llevamos clara, con el tiempo tan raro que hay (la semana pasada paseaba con mis perros por la playa a veinte grados) casi no he visto las tÃpicas señales otoñales y la primera foto más o menos representativa de ésto que os comento la hice el domingo pasado en el Desfiladero de la Hermida camino de Potes.
No es que sea una maravilla pero menos da una piedra…