Tras el súbito óbito de mi Ford Focus decidimos no comprar un segundo coche hasta que por fin aparezca un curre. Hay que reconocer que te ahorras una pasta al no tener que pagar seguro, rodaje, itv, revisiones, ruedas y demás, pero no todo son alegrÃas, una enorme desventaja (por lo menos para mi) es que el número de paseos espontáneos en dÃas de semana se ha visto reducido drásticamente al no haber un vehÃculo a mi disposición. Antes cuando no tenÃa nada especial que hacer en casa, me subÃa al coche y hala, a conocer rincones de Cantabria, encontrarme bichos variados y esperar a que posen para un retrato como el de este caballito.
¿Ahora? Las ganas, y reducción de viajes hasta el lÃmite de donde pueda llegar caminando. Don 2014, sólo le pido una cosilla, que aparezca un trabajito por aquà que me aburro…