Que uno sea hereje perdido no quiere decir que no pise iglesias, es más, procuro no perderme una porque suele haber bastante que ver y muchas curiosidades como los problemas con las proporciones de los santos portugueses (ver caso uno y dos). Ya que estábamos en Burdeos entré en unas cuántas y aquà va la primera curiosidad. Fijaros la estatua de San Antonio.
No me resulta llamativo por la indumentaria, que a primera vista me hizo pensar si serÃa un romano salido de un cómic de Asterix, sino por la cantidad de placas de mármol expresando agradecimiento que le han puesto en la parte de detrás. Y no era el único, que vi más estatuas de la Virgen y de santos con lo mismo.
Para quien no lo sepa, San Antonio es el santo con fama de más milagroso y probablemente al que más cosas le piden, asà que es normal ver toda esa cantidad de placas en la parte de atrás, algo que en España o Portugal nunca habÃa visto. Aunque pocas tienen fechas, en una de ellas se ve que es de 1925 y otras pude ver que eran de finales de mil ochocientos o principios de mil novecientos.