Habiendo leÃdo que habÃa visitas guiadas al palacio de Riva-Herrera, corrà a apuntarme en la oficina de Turismo de Santander. Llegado el momento de la visita me entero que en realidad no te enseñaban el palacio, si no el centro de demostración de SmartSantander que Telefónica y el ayuntamiento han montado en la planta baja. Bueno… qué se le va a hacer, a caballo regalado no le huelas el sobaco asà que vamos a ver qué es eso. Aluciné. Pude comprobar en primera persona que Santander está lleno de sensores por todos lados. En las paredes, en el asfalto, en el césped para saber si se necesita o no regar, los propios autobuses llevan una baterÃa de sensores para ir midiendo temperatura, humedad y más historias a lo largo de la ciudad.
Gracias a la visita resolvà una duda que tenÃa desde hacÃa tiempo. En varias calles habÃa visto postes como éste. Pero ¿cómo harÃan para saber si una plaza estaba libre o no?
Muy fácil. La próxima vez que veáis una plaza de aparcamiento libre en el centro, echad una ojeada al asfalto. Seguro que véis algo como esto que sobresale.
Pues eso es un sensor. Transmite si está la plaza libre a un trasto de estos de las paredes, que a su vez lo retransmiten al lugar donde se procesan todos esos datos (creo recordar que algo de la Universidad de Cantabria).
Y a cuenta de ello pueden ir haciendo un seguimiento en pantalla de dónde hay un sitio libre, dónde están ocupados, calidad de aire, humedad, etc, etc. ControladÃsimos, nos tienen controladÃsimos. Fijaros qué cantidad de indicadores hay sólo en el Paseo de Pereda y alrededores.
Cualquier dÃa nos ponen un sensor encima y nos cobran una tasa medioambiental por cada pedo (con perdón) que se nos escape…