Atención, si habéis visto el monopatÃn de Nicolás, no dudéis llamar porque el pobre niño debe tener los ojos arrasados en lágrimas y el padre la cabeza loca de tanto oÃrlo llorar. Y si no, montamos un grupo en Feisbuc para hacer una colecta y comprarle un monopatÃn nuevo. Pol favol, pol favol, pol favol…