Salvo la semana grande de las fiestas, creo que para los hosteleros santanderinos este verano dista mucho de ser como para echar cohetes. Hay gente, sÃ, pero me parece haber notado menos movimiento por la calle, por las terrazas, por los bares y eso es malo, porque si tienen que vivir casi todo el año con lo que sacan en dos meses o dos meses y medio, negros presagios se avecinan para este invierno. En septiembre la cosa decaÃa mucho más pero por suerte este año viene el Mundial de Vela para el que faltan poco más de treinta y cuatro dÃas.
Con eso de las competiciones llegarán un montón de regatistas a gastos pagados y turistas con pasta asà que habrá que andar con mucho cuidado no vaya a ser que hosteleros y tenderos empiecen a repartir clavos a diestro y siniestro, que ya me conozco el percal. Empezaron los de los hoteles, triplicando el precio en algunos casos, y como cunda el tema va a ser cuestión de ni pisar la ciudad esos dÃas.
2 comentarios Escribir un comentario