El famoso «Mirador del cable» de Fuente De habÃa sido ya protagonista de una entrada pero no de este blog, sino del anterior. Desde que llegué aquà por haches o por bes se habÃa ido posponiendo lo de subir en el teleférico, ya iremos mañana, ya iremos pasado, a ver si para cuando venga el buen tiempo, y asà sucesivamente durante tres años hasta que a finales de octubre carretera, manta y ¡a la carga!
Una ventaja de ir un jueves en esta época es que ni colas como en verano, ni reservar, ni nada. Aparqué mi coche en el mismÃsimo parking al pie de la estación inferior del teleférico, me fui a la taquilla, pagué los dieciséis euros de rigor (que ya le llega) y directo a la cabina para subir en tres minutos.
TenÃa pensado hacer la ruta hasta Cabaña Verónica y conmigo se vino el mismo mapa que me acompaño hace casi veinte años con su librito explicativo. Al abrirlo me encontré ¡el ticket que usé en 1995! Mil doscientas pelas de la época. Con un IPC acumulado del 61,7% desde julio de 1995 hasta hoy equivaldrÃan a unos 11,66 euros actuales, para que comparéis…
Te transportan subiendo a diez metros por segundo hasta los 1.823 metros de altura. En total salva un desnivel de 753 metros, algo que se agradece porque si tengo que subirlos a pie entonces no llego a la Cabaña Verónica en la vida. En su dÃa, cuando uno era joven e incauto, una vez empecé a subir por la ladera derecha de la montaña que se ve aquà y cada metro era un suplicio, qué cosa más cansada.
Según se sale del teleférico ¿qué aparece a mano izquierda? El afamado Mirador del Cable en su saliente sobre el abismo, ese lugar donde pocos se suben a la plataforma como hace esta pareja, muchos se quedan al borde con cara de susto y unos pocos cafres subimos y pegamos un par de saltos a ver si sigue igual de robusto.
Vaya vistas, vaya sitio, vaya impresión mirar a través de la rejilla del suelo y no ver más que bajada, bajada y más bajada. Mejor que no te caigas por aquÃ, porque con lo empinado que es te haces los 753 metros verticales rodando sin parar.