Retomamos la subida al Pico de la Miel tras una primera parte que me dejaba con la cima a la vista y las glándulas salivales funcionando a todo vapor (se me caÃa la baba) sólo de pensar en las fotos que podrÃa sacar desde arriba del todo. El camino esta vez estaba marcadito y bien marcadito y, como uno aprende de los errores pasados, ni un milÃmetro me desviaba del sendero visible.
Cosa curiosa que en dirección sur se pueden ver los restos de la Estación de esquà de Lunada, pequeñita y con pocas pistas pero otra opción invernal más… de no ser porque está abandonada. A sólo 1.300 metros de altura y con una carretera de acceso que pasa dÃas y dÃas y dÃas cortada por los neveros, poco futuro le veo.
Bonito mirador esas piedras de la derecha, es posible llegar hasta ellas, subirse encima y disfrutar de las vistas del valle como si estuvieras en lo alto de un púlpito. Yo me abstuve, que para 2014 ya cumplà mi cupo de arriesgar la vida tontamente.
Pero qué vistas… qué montaña… qué ladera cortada tiene el Pico de la Miel, como ahà arriba todo sea igual de bonito voy a quemar el disparador de la cámara por exceso de uso, voy a sacar quinientas fotos, material para veinte panorámicas, me lo voy a pasar pipa.
Hago una paradita para repostar, beber, sacar alguna foto con el móvil y mandárselo a la parienta para que se haga a la idea de que otra vez estoy al borde de poder cobrar mi seguro de vida en plena época de rebajas y esas cosas. Huy… ¿de dónde ha salido esa nube?
Huy, huy…
Huy, huy, huy…
Huy, huy, huy, huy, huy, huy… ¿¿¿pero qué ha pasado aquÃ??? ¿¿¿Quien ha apagado el sol??? ¡¡¡Pero qué es estooooooooooooooo!!! ¡Tramposos! ¡Esto no vale! ¡Yo no juego!
Asà que cuando me quise dar cuenta, esto es lo que habÃa. La cumbre estaba ahà delante, sÃ, pero ¿me arriesgo a subir? ¿Seré capaz de encontrar el camino para volver a bajar? Y una vez arriba… ¿cuántas fotos decÃas que ibas a sacar?
Fue visto y no visto. En cinco minutos pasamos de unas vistas preciosas a un no-se-ve-nada precioso. ¿Será que soy gafe? ¿Será que el patrono de los excursionistas campestres ha decidido reirse de mi?