Allá por Galicia me habÃa quedado alucinado cuando vi lo que hacÃan con los chicles en el Castillo de Monterrey. Pues o bien la tradición se ha extendido o nos ha visitado alguien de Monterrey porque en unos conocidos grandes almacenes de Santander pude comprobar que todo se pega salvo la hermosura. ¿Veis esta puerta? ¿Veis el roto que hay sobre la bisagra superior?
Pues nada más que decir, la imagen habla por si sola. Y esto no es uno que puso un chicle. Esto es uno que lo puso, otro que lo vio, lo encontró gracioso y asà sucesivamente. Como la cosa cunda, en diez dÃas tienes la puerta llena de chicles, un grupo de Facebook dedicado a pegar chicles en las puertas de los comercios y un montón de instagrams con foto del pegador de chicles dejando su huella en una puerta ajena.
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