La asociación de comerciantes puso este año una caseta navideña en la plaza de Pombo, en pleno centro de Santander. Más o menos es ésto que se ve en la foto.
Y digo que más o menos porque también tenÃa un reno, pero el reno fue secuestrado hace quince dÃas y apareció hecho trozos en la calle Rualasal. Dos dÃas duró, dos.
Una semana después robaron un enanito de la misma caseta, rompieron tres adornos con forma de bastón de caramelo gigante y se llevaron otros cuatro. Ambos ataques, en viernes por la noche. Insisto en lo dicho otras veces, a ciertos elementos les recomendarÃa no beber más allá de lo que puedan mear, por el bien de todos.
Este viernes pasado trincaron en el Paseo de Pereda a uno que se llevaba para casa otro de los bastones de caramelo. Más de metro y medio de alto, pintado a bandas rojas y blancas, cómo el Paseo de Pereda es lo más céntrico el lumbreras debió pensar que nunca nadie se darÃa cuenta.
Por si fuera poco, el viento sur de éste sábado levantó moquetas y tiró arbolitos. Si a esta caseta no la ha mirado un tuerto, venga dios y lo vea.
No me extrañarÃa que los comerciantes se lo pensaran dos veces el año que viene antes de volver a ponerla. Yo les animarÃa a que lo hicieran. Cuando sopla mucho viento unos se quejan y otros construyen molinos, asà que ¿porqué no convertir esto que parece un problema en otro aliciente más? Incluyan actividades lúdicas para los niños como pueda ser un «Taller de cepos nocturnos para cacos borrachuzos», otro interesantÃsimo de «Espanta cacos con una escopeta de perdigones», «Emboscadas para torpes» o «Verás lo que nos reÃmos electrificando las figuritas». Exitazo asegurado y colgando los resultados en Youtube tendremos años de risas para todos.